miércoles, 9 de mayo de 2012

La plaza de la TRANSFORMACIÓN

Me animo a decir que esta plaza me acompaño en momentos únicos. Me recuerdo saliendo del cine Gaumont con la cabeza metida en la transformación de un personaje. Pero, ¿Cuantas veces me trasforme en este lugar? Acá fue donde hace casi dos años se aprobó el matrimonio igualitario. Estaba con mi amor. Nos miramos a los ojos y supimos que todo había cambiado, en realidad sabíamos que todo estaba cambiando.
Hace apenas unos días vine a este mismo lugar, era el festejo por la estatización de YPF. También hace unos meses me encontré aquí parado entre la muchedumbre escuchando la apertura de las sesiones legislativas. Desde esa tarde venía anhelando el momento en que se debata la ley de identidad de género.
En el recorrido para llegar a este día conocí muchas personas y me libré de muchos prejuicios. Hoy soy consciente de lo peligroso que es naturalizar algunas palabras como: violencia y discriminación. Ellas son amigas, van de la mano para rondar en la vida de la gente. En algunas personas se manifiestan de una forma explicita, mientras que en otras solo pasan a coquetear. Algunos la pueden reconocer en lo cotidiano y pueden protegerse o luchar contra ellas, pero esto sucede sólo con el tiempo, llegar a esta maduración no es una tarea sencilla. ¿Qué pasa entonces con lxs chicxs travestis y trans? ¿Qué pasa cuando ser genera una carga social en la mirada de los demás? ¿Qué pasa cuando se naturaliza que por ser así se tiene que seguir un camino de exclusión? ¿Qué pasa cuando se sufre por estas dos palabras? ¿Qué pasa cuando se esta predestinadx? Se puede continuar con la naturalización de los sistemas de exclusión, dejarse derrotar por los estereotipos de una sociedad que se niega a cambiar o se puede accionar en base a esa realidad. Eso fue lo que sucedió, la necesidad de transformación se torno imperiosa y se comenzó a respirar lucha. Se sumaron voluntades, muchas personas dedicaron su tiempo a una causa que tomaron como propia y así fue como un sector que no tenía voz empezó a hacerse escuchar. Y así fue como algunos conocieron el interior de esas chicxs que veían paradas en las esquinas, esxs chicas que son sinónimo de burla. Es muy fácil y simple quedarse con el exterior de una persona, solo ver la imagen y no pensar más allá de eso. Como si unx fuera solamente la ropa que usa, como si unx fuera solamente mujer o varón, como si uno fuera solo una imagen que tiene que gustar o puede desecharse rápidamente, como si unx no tuviera sentimientos. Es difícil ahondar en lo que no se conoce y es más difícil aún ponerse en el lugar del otrx pero esto resulta un ejercicio interesante para lxs que día a día intentan ser una persona mejor. Hoy la organización, la militancia y la política me demuestran que se puede pensar en un país superior, se puede luchar por ese sueño que es la igualdad. Se me llenan los ojos de lágrimas, el pecho de orgullo y el corazón de amor al saber que hoy somos una sociedad un poco más justa.

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