miércoles, 5 de septiembre de 2012

Subestimación juvenil


Todo eso que es correcto. El camino a transitar. Lo bueno, malo. Lo que se debe, lo que no se debe. A quien querer. A qué dios rezar. Con quién coger.  A qué edad votar. Desde que nacemos nos dicen que parámetros seguir. Actitud cobarde la de enseñar a someterse de forma sumisa a lo ¨correcto¨. 

Esto lo hacen las/os educadores/as y no son únicamente los padres, a ellos se les tiene que sumar todo el  entorno que rodea la vida de un adolescente, la familia, el club, el barrio, los docentes, los medios de comunicación. 


No se enseña a cuestionar el pensamiento impuesto por generaciones anteriores. Existe una negación de aprender a enriquecerse en base al intercambio de opiniones desde temprana edad  y a respetar esa opinión como se debe sin subestimar ni ponerse en dueño de la verdad. Hay que promover una ampliación en las formas de educar. Tener en claro que como mayores se deben informar el abanico de opciones ya sea política, cultural, social o sexual. 


No hay que confundirse, la participación de la juventud en el plano político existe hace muchos años y de una forma amplia, con diversos partidos e ideologías. La militancia en jóvenes no es una novedad del kirchnerismo. Hoy que se debate en qué edad se esta capacitado para votar me gustaría poder volver en el tiempo y poner frente a frente a algunos de los pibes que el 16 de septiembre de 1976 salieron a pedir por el boleto estudiantil, esos  que reclamaban transformación,  que militaban en épocas en las que  tomar posición frente a un problema les costó la vida.
Esos que nunca precisaron que los legitimen con la opción del voto porque ya  los legitimaron sus hechos, sus ganas de cambiar la realidad, de participar, de tomar postura. Frente a ellos quiero sentar a las personas que hoy se niegan a la ampliación de la edad del voto para que les digan a los ojos que no pueden. Que no están capacitados. Que esperen unos años. Esos años que la eternidad de la muerte otorga.