viernes, 29 de noviembre de 2013

La respuesta al VIH somos todxs

Hace algunos años tuve una charla sobre sexualidad dictada por la profesora de biología del colegio secundario al que asistía. La charla se baso en reproducir información que hoy es considerada des-actualizada y sobre todo por fuera de las legislaciones vigentes, en definitiva fue una breve explicación sobre el aparato reproductor femenino y masculino. Era chico pero hoy comprendo que no fue suficiente ni me brindo las herramientas de cuidado para construir conciencia de salud en el inicio de la actividad sexual.  Resulta extraño que se intente promover un cambio que brinde respuestas a las tasas de embarazo adolescente y a las nuevas infecciones de VIH y demás enfermedades de transmisión sexual, es que nunca se producirá una transformación positiva repitiendo conceptos antiguos que esquivan logros colectivos recientemente conquistados.

Fueron  muchos los avances que se dieron en la sociedad en el transcurso de los últimos años, sin embargo la implementación de la Ley Nacional de Educación Sexual Integral continua siendo un reto que nos debemos a nivel federal.  La autonomía de las provincias se interpone con las leyes nacionales para evitar que nos desarrollemos, se coloca por encima la autonomía constitucional de las provincias y de la ciudad,  alejando a la población de la soberanía de sus cuerpos y decisiones. Son muchos los estados provinciales que no adhieren a esta ley y es mayor aún el impacto que tiene esta decisión en la salud de las personas. El acceso a la información de calidad en materia de educación sexual es un derecho que se vulnera reiteradamente por funcionarios/as, directivos y educadores/as que desde el conservadurismo mantienen una concepción biológica de la sexualidad que retrocede el progreso que las leyes establecen. Recuerdo que al recibir el diagnostico positivo me sentí muy triste, fue un duelo interno y alejado de toda la información que las estadísticas epidemiológicas evidencian.

Estando cerca del 1 de diciembre se podrá escuchar mucho acerca del VIH y el SIDA, cabe destacar que estas etapas de la infección son distintas y que en la actualidad se puede llevar una vida saludable con el correcto tratamiento anti retroviral. Pero también es hora de que la cobertura y el tratamiento de las noticias que se dan en el marco de esta fecha estén a la altura de las circunstancias, con esto quiero decir que es hora de producir cambios en el imaginario social. Considero que desde la terminología se puede dar un paso hacia la re significación. Las personas que vivimos con VIH no somos portadores,  no podemos sacarnos el virus como si fuera una hebilla o un pañuelo, está en nuestra sangre, en nuestro cuerpo y no es un arma.  El 1 de diciembre se planteo hasta el año 2011 como el Día Mundial de la Lucha Contra el VIH y SIDA, la modificación de la efeméride promovida por ONUSIDA declara esta fecha como el Día Mundial de la Respuesta al VIH y SIDA, removiendo así la palabra lucha y la connotación belicista que esta lleva. Así fueron removidas dos palabras que tienen una carga etimológica significativa pero resta que estos cambios sean conocidos por la sociedad en su conjunto.

En 2013 no existen excusas para que la juventud quede expuesta al VIH, ni para que la violencia y la discriminación sean noticias de nuestro cotidiano. Evitar naturalizar los sistemas de exclusión es uno de mis motores de acción. Así como lo es promover la educación sexual y su aplicación, estoy convencido que son los primeros pasos para construirnos como sujetos de derecho con capacidad de decidir sobre nuestra vida y sexualidad, otro gran debate que en esta sociedad en desarrollo nos debemos, es el de la autonomía de nuestros cuerpos, el día que demos ese paso estaremos avanzando hacia una sociedad que ponga en debate las necesidades de cambio de las personas.  
A menos discriminación, menos VIH y mas vida positiva digna. La respuesta al VIH somos todas y todos, actuemos ahora.