martes, 20 de noviembre de 2012

Fin de año y la costumbrista teoría de la hecatombe


Adherirse a parar en época de trabajo es una decisión personal. Decisión, que se tiene en un país de derechos.  Piqueteros que toman la resolución de  cortar las calles y decir por acá no se pasa. Obligar a un trabajador a dejar su puesto. Hoy la extorsión se adueña de las calles.
Protestan porque unos mafiosos les marcan la agenda. Pero esos solo son algunos. Algunos protestan legítimamente, tienen parte de su sueldo no registrado, o en algunos casos todo su sueldo no registrado, o no tienen trabajo.  Dejemos en claro que dejar de trabajar, entrar en paro es la forma de protesta de los trabajadores y vuelvo a decirlo es un derecho individual. Por mucho tiempo nos hicieron creer que era una obligación alinearse con los referentes que intentaron vincularse al sindicalismo, que siempre defendió  el bolsillo de los trabajadores, pero también en la historia y en la actualidad fueron y son serviles a las empresas que pueden llenar sus bolsillos.
Nunca reconocí a Moyano como un dirigente con convicciones claras, ni cuando era  el favorito del kirchnerismo, ni cuando paso a ser un reconocido cuadro para los medios de derecha. Menos aun cuando busco la foto con Scioli y Macri.
Estas fechas son para mí como pibe del conurbano  unos meses donde algunos fantasmas vuelven. Los paros, saqueos, la crisis, la olla popular, los piquetes, los fogones en las esquinas con los vecinos alterados esperando que vengan por sus casas. Fantasmas que regresan hoy un 20 de Noviembre y yo recuerdo esto: http://www.youtube.com/watch?v=tUgiBq27-ps .Y  se me llenan los ojos de lagrimas cuando recuerdo como se vivía, se me llena el pecho de angustia cuando veo que los mecanismos de exclusión funcionan de una forma tan afilada, me pongo mal cuando veo el paco en la calle, me hace mal enterarme que un pibe de mi edad pierde su vida por algo material que el capitalismo enseño a creer necesario. Me duele la violencia, voy a seguir luchando para evitar naturalizar el individualismo colectivo que se pretende instalar. Acabo de escuchar que amenazan a un micro escolar por estar en funcionamiento. Esa es la democracia que algunos quieren. No digo que todo este bien, pero no voy a ser hoy precisamente una persona sin memoria.